Nuestros consejos.
Haz el Camino con la mente abierta. Es una ruta de aprendizaje sobre el mundo, sobre la vida y sobre uno mismo. Conocerás a un montón de gente nueva, de muchos países y muchos ámbitos. Seguramente harás más de un amigo para toda la vida. También conocerás muchas cosas sobre ti mismo. Acepta lo que te vayas encontrando a lo largo de tu ruta, porque lo que aprendas en el Camino de Santiago te acompañará para siempre.
Sé respetuoso con el resto de personas que te encuentres y también con el medio. El Camino de Santiago atraviesa muchas zonas en plena naturaleza. Deja todo como lo has encontrado.
Intenta olvidarte del móvil. Aunque siempre es recomendable llevarlo encima y a tope de cobertura y puede ser, además, una ayuda a la hora de seguir las rutas, intenta llevarlo en la mochila o en un bolsillo y consultarlo lo menos posible. Concéntrate en la naturaleza que te rodea, en la gente que te vas encontrando, y también por supuesto en tí mismo.
Sé un peregrino, no un turista.