León, un punto de partida de relevancia jacobea.
León es una de las grandes capitales del Camino de Santiago. Conserva, de su relevante papel histórico un rico legado románico, gótico y renacentista. Su catedral, también llamada “la Pulchra Leonina” es uno de los templos góticos más impresionantes de España. De estilo románico, destaca la Real Colegiata Basílica de San Isidoro y de visita inexcusable es también la Casa Botines de Gaudí. El principal edificio relacionado con la tradición jacobea es el Hostal de San Marcos, uno de los más tempranos representantes del plateresco español. Fue hospital, después albergue de peregrinos y Casa Mayor de la Orden de Santiago. En la actualidad es Parador de Turismo.
Recorrido y dificultad.
El Camino Francés desde León a Santiago de Compostela comienza en una zona de Castilla y León que todavía conserva la llanura de la meseta. Las primera etapas discurren en terreno de escasa dificultad. Será a medida que nos vayamos acercando a Galicia, cuando comenzarán los desniveles. Encontraremos ascensos como el Monte Irago, llegando a Ponferrada, donde podremos ver la mítica Cruz de Ferro. También forma parte de este tramo la mítica subida a O Cebreiro. Es un duro ascenso, pero, para muchos peregrinos, es la etapa más bonita del Camino Francés. Una vez en Galicia, caminaremos a través de sus frondosos bosques hasta llegar a Compostela, pasando por lugares de enrome tradición jacobea, como Sarria, Portomarín, Melide, famoso por sus pulperías, o Arzúa, con su sabroso queso.
La última subida a la que nos enfrentaremos será el Monte do Gozo donde, como su propio nombre indica, tendremos las primeras vistas de las torres de la catedral y disfrutaremos de la satisfacción de acercarnos al final de nuestro trayecto, los pies del Apóstol Santiago.
¡Buen Camino!