El Camino Portugués es, actualmente, la ruta más transitada por detrás del Camino Francés. El año pasado, el 20% del total de peregrinos a Santiago eligieron esta ruta, casi noventa mil.
Tradicionalmente, los puntos de partida más populares para comenzar el Camino Portugués han sido la ciudad de Oporto o ya, dentro de Galicia, tanto Tui como Baiona.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, cobra especial relevancia la ciudad de Vigo y, la verdad no creemos que se trate debido a la fama que han alcanzado sus luces de Navidad.
Uno de los principales factores es, por una parte, el tiempo. Muchos peregrinos disponen de pocos días libres para disfrutar de la ruta jacobea y, de esta forma, se acortan los kilómetros y los días de peregrinación. De ahí que el Camino Portugués desde Vigo sea hoy una opción cada vez más demandada.
Eso sí, seguimos estando en la franja de los 100 kilómetros necesarios para conseguir la Compostela.
Vigo, más que una ciudad grande es una gran ciudad
Contrario a la percepción común de Vigo como una metrópolis industrial y portuaria, esta vibrante ciudad gallega es un tesoro de historias, cultura y encantos por descubrir. Su historia se remonta a tiempos antiguos, donde ya se presentaba como un enclave estratégico tanto para comerciantes como para conquistadores. Los vestigios de su pasado se entrelazan con las huellas de los celtas que aún hoy dan nombre a su centenario club de fútbol.
La ciudad, con su puerto natural, ha sido testigo y partícipe de importantes episodios en la historia marítima de España.
Durante la Edad Media, Vigo jugó un papel crucial en las rutas comerciales y fue un fortín defendido ferozmente durante las invasiones. Las imponentes fortalezas que salpican los montes que la rodean son testigos de estas épicas batallas y periodos de florecimiento comercial.
La historia viva de Vigo
Fundada en la época romana, Vigo ha sido testigo y protagonista de innumerables eventos históricos. Desde las invasiones vikingas, pasando por la Reconquista, cuya celebración marca hoy una de sus mejores fiestas populares, y hasta las batallas contra los ingleses en la Edad Moderna, cada piedra de Vigo parece contar una historia.
La ciudad fue un próspero centro de comercio en la Edad Media, y su puerto, uno de los más significativos del Atlántico. Hoy, ese mismo puerto sigue siendo un hervidero de actividad, pero también un lugar donde se entremezclan la historia y la modernidad, ofreciendo a los visitantes una visión del pasado y del presente.
Vigo, la Ciudad Olívica
Vigo ostenta el sobrenombre de «Ciudad Olívica«, una denominación que hunde sus raíces en la historia. Este apelativo proviene de un olivo centenario que una vez se erigió majestuoso en el atrio de la Colegiata de Santa María, plantado por los Caballeros Templarios, y que se convirtió en emblema de paz y tradición para los vigueses. Hoy, un ejemplar descendiente de aquel primer olivo todavía puede verse en el Paseo de Alfonso XII y su iconografía forma parte del escudo heráldico de la ciudad, sellando su identidad con el legado de aquel primer olivo.
Es tal la vinculación la ciudad con este árbol que, el himno compuesto por C. Tangana para la conmemoración del centenario del Real Club Celta de Vigo, se llama Oliveira dos Cen Anos.
La presencia de este olivo en Vigo no era una excepción. La presencia de los olivos en Galicia fue habitual desde la llegada de los romanos, quienes extendieron su cultivo por toda la comunidad. Sin embargo, en la época de los Reyes Católicos, comenzó el declive de los olivares gallegos. Este retroceso se acentuó con las políticas del Conde-Duque de Olivares, cuyas medidas fiscales buscaban proteger los intereses de los productores de aceite de oliva en la provincia de Sevilla, su tierra natal.
Vigo en la cultura y la literatura
Pero Vigo no solo es importante por su pasado, sino también es un hervidero cultural que ha inspirado obras literarias. Julio Verne, el célebre autor francés, se sintió cautivado por esta ciudad. En su novela «20.000 leguas de viaje submarino», Vigo es mencionada como el lugar donde el Nautilus encuentra un tesoro sumergido en la ría. Este guiño literario ha marcado a Vigo como un destino de misterio y aventura en el imaginario colectivo.
Si queréis, podéis daros un paseo hasta la zona del Puerto de Vigo y visitar la escultura de bronce que el artista vigués José Molares hizo en su honor con motivo del centenario de la muerte del escritor.
Más allá de Verne, la ciudad ha influido en numerosos escritores gallegos, como el malogrado Domingo Villar que la hizo escenario de sus novelas negras, y es sede de importantes eventos culturales que celebran tanto la tradición como la innovación. Los peregrinos que comiencen su Camino Portugués desde Vigo, pueden disfrutar de una vibrante escena teatral, museos como el MARCO y festivales que hacen de Vigo un lugar donde la cultura está siempre viva.
Atractivos imperdibles de Vigo
Antes de emprender el Camino Portugués, merece la pena sumergirse en lo que Vigo tiene para ofrecer. Desde el Casco Vello, cada vez más restaurado, con sus estrechas callejuelas y edificios históricos, hasta el Parque do Castro, donde se pueden disfrutar de las mejores vistas de la ría.
Por supuesto, no os perdáis la oportunidad de degustar la gastronomía local, con el marisco como protagonista indiscutible.
Y si lo que buscáis es un aperitivo de pura naturaleza antes de vuestra peregrinación, Vigo es la puerta de entrada a las Illas Cíes, un paraíso natural que forma parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia. Aquí podréis disfrutar de playas de arena blanca y aguas cristalinas, senderos que atraviesan la isla y la oportunidad de desconectar antes de comenzar tu viaje espiritual hacia Santiago.
Y, claro, si hacéis el Camino Portugués desde Vigo en las fechas de Navidad que, además
Vigo, puerto y puerta del Camino Portugués
El Camino Portugués desde Vigo nos invita a una experiencia única. La ruta es rica en paisajes verdes, puentes y calzadas que parecen llevar al viajero a través de la historia misma de Galicia.
En el Camino Portugués desde Vigo organizado por Rutas Meigas incluimos la primera noche en Vigo.
Tal vez ahora os parezca poco tiempo para descubrir la ciudad olívica, porque hay tanto que hacer, que siempre apetece quedarse un poco más.
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