El Camino de Santiago y sus símbolos
El Camino de Santiago es una ruta milenaria llena de símbolos. Junto con el bordón y la calabaza, el más popular es la concha marcada con la Cruz de Santiago que portan los peregrinos que se dirigen a Compostela. La concha es, por tanto, el “signum peregrinorum” por excelencia. No en vano, en algunos idiomas como el francés (coquille Saint-Jacques) o el catalán (petxina de pelegrí), el nombre de la viera, como molusco, hace referencia directa a su vinculación jacobea.
La vieira del peregrino del Camino de Santiago tiene, además, la singularidad de que, de los tres símbolos por excelencia de la Ruta Jacobea, continuaba identificando al caminante que, una vez alcanzada su meta a los pies del Apóstol Santiago, regresaba con él a su lugar de origen.
La concha de los peregrinos del Camino de Santiago se identifica, además, con sus valores y se volvió especialmente popular entre los caminantes a Compostela a partir de los siglos XI y XII, pero, ¿cuál es realmente su origen?
El origen de la concha de vieira en el Camino de Santiago
Son muchas las historias y leyendas que hablan de origen del simbolismo de la concha de vieira asociada al Camino de Santiago.
En la edad media, los peregrinos conseguían las conchas de vieira una vez llegaban a Compostela y era habitual que la cosiesen a sus ropas o sombreros. Cuando regresaban a sus lugares de procedencia, lo hacían con este símbolo que atestiguaba que habían llegado a la ciudad del Apóstol. En aquella época era un símbolo asimilable a la Palma con la que los peregrinos que visitaban Jerusalén, otra de las ciudades santas del cristianismo, regresaban a sus hogares. Vamos que, en realidad, sería algo similar a volver hoy a casa y enseñar la Compostela que obtenemos en la Oficina del Peregrino.
La vieira, fácil de conseguir en la costa próxima a Santiago de Compostela
En la zona de costa gallega que, en tiempos del Arzobispo Diego Xelmírez, pertenecía a la Tierra de Santiago, era fácil y barato conseguir conchas de vieira en cantidad suficiente como para abastecer a todos los peregrinos que llegaban a Compostela.
Con el tiempo, la venta de las conchas de vieira llegó a ser un negocio enormemente lucrativo en la ciudad de Santiago de Compostela. Numerosos artesanos se asentaron en la actualmente conocida como Praza da Azabachería o de la Inmaculada. Allí, el comercio se volvió ya mucho más sofisticado, ya que fabricaban conchas de hueso, de metales preciosos, de plomo, de hueso y de marfil. La Iglesia se llevaba un 33% de las ganancias del negocio de la venta de cualquier objeto que representase este símbolo y llegó a prohibir su venta fuera de la ciudad de Santiago de Compostela. La pena impuesta por hacerlo, por supuesto, era la excomunión.
También hay una extensa referencia posterior al uso extendido de la concha de vieira natural como vaso para los peregrinos, para poder beber agua en los manantiales y ríos a lo largo del Camino de Santiago.
A su vez, las estrías que se marcan sobre el caparazón de la vieira se han ido asimilando con el tiempo a una representación de todos los Caminos que confluyen en Santiago de Compostela y así nos la encontramos en buena parte de la señalética de los diferentes trazados.
La concha del peregrino del Camino de Santiago en el Códice Calixtino
De que la concha de vieira ya se había popularizado en el s. XII como “signum peregrinorum” da testimonio ya el Códice Calixtino. Concretamente, este texto se refiere a la concha de vieira en tres ocasiones.
La primera de las referencia del Codex Calixtinus recuerda todavía los usos más antiguos de la concha, que eran enteramente paganos. En el milagro 12 del segundo libro o Liber miracolorum, la curación de un cruzado se atribuye a su contacto con una concha de vieira, como esta funcionase como un amuleto que tuviese el poder de curar o prevenir enfermedades.
Las otras dos referencias aluden ya a la concha de vieira como símbolo jacobeo. La primera de ellas pertenece al sermón Veneranda dies y la tercera y última aparecería ya en el libro V del Códice Calixtino, conocido como la primera guía del peregrino de la historia, en la que se nos relata el boyante comercio de conchas de vieira que ya entonces existiría en la ciudad de Santiago de Compostela.
Otros significados de la concha de vieira, más allá del Camino de Santiago
La vieira también se identifica como símbolo de Venus, que es la representación del renacer de una persona, su resurrección. En este contexto se podría entender que la concha de vieira representa la superación de la muerte y también del yo entendido como el ego, que se centra en el egoísmo y en el egocentrismo, para dar paso al auténtico yo que vive bajo los valores de la sencillez y la humildad. Toda esta interpretación semiótica de la concha de vieira se integraría muy bien con lo que son los valores del Camino de Santiago.
Al mismo tiempo, recordemos que la concha de vieira, en el cristianismo, se utiliza en el bautismo como símbolo purificador de una nueva vida en la fe.
El verdadero origen de la concha de vieira como como “signum peregrinorum” no está del todo clara y es, en realidad, una suma de muchas historias que han ido confluyendo con el paso del tiempo.
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