Aunque el Pórtico de la Gloria se conoce como la obra escultórica cumbre del arte Románico, lo cierto es que las figuras creadas por el Maestro Mateo en la Catedral de Santiago de Compostela parecieran querer escapar ya de este estilo.
El arquitecto y escultor tenía en el s. XII ideas rupturistas y muy innovadoras. Por eso se alejó de las figuras planas y hieráticas características del Románico para crear una obra única en el mundo que hoy sigue fascinando a cualquiera que la visite.
El arte románico en la Catedral de Santiago de Compostela
La Catedral de Santiago de Compostela es un templo sobrecogedor que emociona a todos los peregrinos que llegan a los pies del Apóstol después de realizar el Camino de Santiago.
Pero la Catedral de Santiago es también un magnífico museo de arte románico, que conserva tanto soluciones arquitectónicas como escultóricas de la época, realizadas por los mejores maestros del momento. No olvidemos que un reguero de arte románico sembró las diferentes localidades por las que transcurre la Ruta Jacobea, el mayor transmisor cultural de la época.
El Pórtico de la Gloria se concibió como fachada principal de la Catedral a lo que hoy es la Plaza del Obradoiro y es un libro abierto a los peregrinos que llegan a Compostela. Sobre todo, lo era para aquellos que lo hacían en la Edad Media y que leían la iconografía de los templos para comprender así la historia y la doctrina religiosa.
Pero la construcción del Pórtico de la Gloria es más compleja de lo que parece a simple vista, ya que, para unir las naves de la Catedral con los terrenos de lo que antiguamente era la Puerta de la Trinidad de la muralla que rodeaba la ciudad, hubo que construir una cripta en un nivel inferior a la fachada propiamente dicha.
Todo el conjunto arquitectónico de esta primera fachada occidental que está constituido por el Pórtico de la Gloria con su apertura en tres arcos, la cripta y la galería superior de la tribuna, representarían la Tierra, el Juicio Final y la Gloria.
Las figuras del Pórtico de la Gloria y su relato
Un universo de doscientas figuras configura una complejísima alegoría iconográfica del Apocalipsis y la salvación en el Pórtico de la Gloria. Recordemos que estamos situados por encima de la cripta, que representaría el mundo terrenal.
El arco central está presidido por un Cristo, Maiestas Domini, de considerables dimensiones, rodeado por los cuatro evangelistas, Mateo, Lucas, Marcos y Juan, formando una visión apocalíptica del Jerusalén celeste. Entre los evangelistas están las figuras de los bienaventurados y, sobre ellos, los ancianos, los veinticuatro músicos que cierran el Apocalipsis afinando sus instrumentos antes de interpretar el canto de la Gloria.
Por supuesto, en el Pórtico de la Gloria también está Santiago el Mayor, sentado en la columna central de mármol y dando a bienvenida a todos los que llegan a su casa o a su tumba, como prefiráis verlo. En el parteluz, junto a él, podemos ver el Árbol de Jesé, la genealogía humana de Cristo que se completa con la divina en el capitel de la Trinidad.
Si nos fijamos en la parte inferior nos encontraremos fieras, monstruos y otras figuras del mundo antiguo vencidos y aplastados por la Iglesia.
En el arco lateral izquierdo del Pórtico de la Gloria, el Maestro Mateo representó el Antiguo Testamento, donde situó a los profetas y en el arco lateral derecho se centró en el Nuevo Testamento, donde representó el Juicio Final. En esta zona hay una visión bastante gráfica de algunos de los tormentos que esperan a los pecadores en el infierno.
Pero el Maestro Mateo incluso se retrató a sí mismo en la parte trasera del Pórtico de la Gloria, arrodillado mirando hacia el altar mayor. Los que hayáis venido a Santiago hace años, lo reconoceréis como el Santo de los Croques, esa figura en la que históricamente los peregrinos se daban cabezazos pidiendo sabiduría, inteligencia y humildad, los valores que esperaban que les contagiase el artista.
Las figuras esculpidas por el Maestro Mateo parece que conversen entre ellas, al menos que interactúen y alguno de ellos está al borde de abrir su rostro en una sonrisa, algo inaudito en las obras de la época. Es arte románico, sí, pero ya es pregótico, un avance claro del estilo que está por venir.
Visitar hoy el Pórtico de la Gloria
Actualmente, debido a la delicadeza de la obra y para respetar las medidas de conservación, el Pórtico de la Gloria solo puede visitarse en grupos de un máximo de veinticinco personas y siempre bajo reserva previa. Por supuesto, está completamente prohibido tocar ninguna de sus piezas.
No olvidemos que la restauración total de esta obra cumbre del arte universal ocupó nada menos de diez años de trabajos, desde 2008 hasta 2018.
Los horarios son de lunes a domingo de diez de la mañana hasta las ocho de la tarde de manera ininterrumpida. Generalmente cierra cuatro festivos al año, el 1 y el 6 de enero, el 25 de julio y el 25 de diciembre. Aunque es posible que los horarios de visita del Pórtico de la Gloria se vean también afectados por la celebración de algún acto oficial, religioso o por trabajos de conservación.
Si compras una entrada para visitar el Pórtico de la Gloria debes saber que esta incluye, además de audioguía, auriculares y folleto explicativo, la entrada al Museo de la Catedral de Santiago y la colección permanente y la visita a la Colegiata de Sar y su museo.
La visita al Pórtico de la Gloria cuyo acceso se hace por el Palacio de Gelmírez, dura unos 45 minutos, aunque debes contar con que el tiempo máximo permitido en la zona del Pórtico de la Gloria es de media hora. La visita al Museo de la Catedral y la colección permanente, cuyo acceso está al otro lado de la escalinata de la fachada del Obradoiro, hacia Fonseca, dura sobre una hora aproximadamente.
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