Pocas cosas hay más emocionantes que un viaje. Vivir nuevas experiencias, conocer a gente, hacer amigos, crecer, emocionarse a cada paso del camino.
Ahora, imaginaos un viaje que dura ya 25 años.
Tal vez haya sido por invocar a las meigas en el nombre, pero por uno u otro motivo, hemos llegado a los 25 años de trayectoria.
Desde el año 1998 lleva Rutas Meigas acompañando a viajeros de todo el mundo por diferentes lugares de nuestra geografía, mostrándoles lo hermosa que es nuestra tierra y compartiendo experiencias inolvidables. Inolvidables para ellos y también para nosotros, claro.
Por eso hoy queremos compartir con vosotros, un trocito de esta historia que cumple un cuarto de siglo.
Rutas Meigas, primero los orígenes
Como muchos ya sabéis, el fundador de la empresa es Andrés, que tiene el corazón dividido entre las dos costas del Atlántico. Al otro lado, en Venezuela, tomó sus primeros contactos con el sector a nivel profesional y cuando se trasladó de manera definitiva a Galicia, estudió Turismo en la Escuela de Turismo en A Coruña.
Una vez finalizada la carrera y habiendo hecho sus primera prácticas, se dio cuenta de que aquí no existía un servicio de excursiones personalizadas como sí había visto en Venezuela.
En aquel momento, todas las rutas estaban pensadas para grupos más grandes, pero había muchos lugares, siempre los de más encanto, a los que era imposible acceder con un autobús. Además, eran sitios que merecían una visita pausada, con un anfitrión que conociese bien la zona, su historia, su cultura, su tradición y sus costumbres.
Los primeros lugares mágicos que Rutas Meigas visitó como empresa de servicios turísticos fueron O Courel y Ribeira Sacra. Cuando uno empieza algo con el corazón, siempre recurre a los orígenes, y la madre de Andrés era de A Pobra do Brollón, una zona que estaba en su educación emocional desde niño.
Aunque eran espacios de acceso relativamente complicado, con el primer vehículo de pasajeros, un monovolumen de ocho plazas con doble tracción, se podía acceder incluso por las minas de pizarra hasta llegar a zonas como Pia Paxaro.
El turismo en aquel entonces no estaba en apogeo en aquella zona. Lo que estaba desarrollado era las Rías Baixas, pero Rutas Meigas se centró en desarrollar rutas en territorios mucho más amplios, excursiones para pocas personas y que ofreciesen una experiencia adicional, como el enoturismo que, en aquel momento, no estaba evolucionado como hoy, ni de lejos.
En Ribeira Sacra se comenzó a trabajar con Algueira, con los que hemos crecido y seguimos colaborando hoy en nuestra Ruta por la Ribeira Sacra con Jornada Enoturística y Ruta por la Ribeira Sacra, paseo en barco y visita a la bodega.
Los primeros viajeros a los que Andrés guio por estas rutas, fue la familia Quiroga Gómez, que eran familia de sangre. Los siguientes fueron dos parejas, una de Ciudad Real y otra de Torrejón de Ardoz, que acabaron convirtiéndose en familia por elección y con los que se ha mantenido el contacto a lo largo de los años.
Rutas, experiencias y Camino de Santiago
Las grandes mayoristas enseguida comenzaron a apostar por Rutas Meigas para incorporar este tipo de experiencias más personalizadas a lugares que eran una novedad para sus clientes.
Del mismo modo, gracias a un establecimiento hotelero de Sarria se entró en contacto con una agencia de Noruega que necesitaba una empresa con un vehículo pequeño con guía para dar asistencia a sus peregrinos en el Camino de Santiago. Así nació el Camino de Santiago con apoyo. Era el año 1999, Año Xacobeo.
La promoción en aquel momento se hacía en persona, dejando flyers en casas de turismo rural, en agencias de viajes, visitando ferias y recorriendo toda España en temporada baja. Porque sí, a finales de los noventa, la temporada baja era muy, muy baja y, entre los meses de septiembre y junio, había que dedicarse a la labor comercial.
En las Rutas y Experiencias, predominaban los viajeros nacionales y, en el Camino de Santiago con apoyo, los extranjeros. Aunque en ambos servicios siempre ha habido muchos viajeros y peregrinos latinoamericanos.
Rutas Meigas, agencia minorista mayorista
Con el tiempo, el tipo de servicios ofrecidos por Rutas Meigas se fueron popularizando y extendiendo.
En los primeros años se elaboraron muchas rutas que han requerido mucho tiempo de planificación. Elegir los lugares de más interés, conocer en profundidad la historia, la cultura, la gastronomía. El trabajo de recopilación de información era complejo, sobre todo en una época en la que internet no era no que es hoy.
Las rutas se han ido optimizando de la mano de la mejora de las infraestructuras y se van adaptando continuamente si surgen nuevos lugares de interés y tratando de enriquecerlas siempre al máximo.
Con un porfolio de producto muy amplio y una experiencia de más de diez años, Rutas Meigas se convierte en el año 2010 en agencia minorista – mayorista, para poder vender a otras agencias ya no solo servicios, sino producto propio. Por aquel entonces, ya hacía un año que Andrés había conocido a Miguel, aunque compartir futuro profesional juntos, en la misma empresa, no pasaba de divagaciones delante de un café.
Galicia es meiga y es parte del éxito
Comercializar un destino como Galicia casi es garantía de éxito. Es un destino que se repite mucho, que cuando la gente viene una vez, es casi seguro que va a repetir.
Hay clientes que vienen con tanta frecuencia, que ya son amigos, casi familia.
Y aunque hay dieciocho rutas y experiencias fijas, también se hacen otras a medida bajo petición de los viajeros.
Estando ubicados en Santiago de Compostela es muy fácil visitar cualquier rincón de Galicia, aunque también se hacen salidas desde otras localidades de las cuatro provincias.
Ha habido destinos que se han saturado mucho en estos años, como ha sido el caso de la Playa de las Catedrales o las Islas Cíes y que ha sido necesario preservar restringiendo los accesos.
También los primeros por los que apostó Rutas Meigas se han ido haciendo muy populares. Es el caso de Ribeira Sacra, en cuya promoción la literatura ha tenido mucho que ver. Lo bueno es que, por muy bien que una novela describa estos paisajes, el viajero siempre se acaba sorprendiendo cuando los ve con sus propios ojos.
También se ha ido cada vez más a las experiencias en las que hay un relato, por ejemplo, de elaboración de producto, desde el origen hasta el final, como es el caso del Ecotour Cervecero.
Pero, sobre todo, el éxito es el equipo
Después de varios años de amistad y colaboración profesional en diferentes organizaciones, Miguel llegó a Rutas Meigas en 2017. Su experiencia en turismo era de más de veinte años el sector, aunque lo que era y es Miguel, de corazón, es peregrino.
Con su entrada, la actividad de agencia minorista mayorista pudo ampliarse y ambos se enfocaron en una etapa de crecimiento y expansión.
Hoy, Rutas Meigas mueve entre cuatro y cinco mil viajeros cada año. El 75% de ellos vienen de otras agencias y el 25% son clientes directos. El 85% son extranjeros en el global de productos, aunque en el caso de Rutas y Experiencias siguen siendo mayoría los españoles.
Aunque mucha gente relaciona Rutas Meigas con Rutas y Experiencias por Galicia y con el Camino de Santiago, aquí se hace mucho más. Uno de los productos estrella de Rutas Meigas son los programas a medida en grupo para que viajeros de otros países conozcan distintos rincones de España de una manera muy especial, incluyendo experiencias como pelota vasca en Euskadi, descubrimiento de flora y fauna en Extremadura, observación de aves, senderismo por los Picos de Europa, rutas a San Juan de Gaztelugatxe para conocer los escenarios de Juego de Tronos y muchísimas otras.
La expansión enseguida llevó a la ampliación del equipo, que hoy forman nueve personas que cuidan de los viajeros y los peregrinos como si, de verdad, les estuviesen acompañando en todo momento.
Rutas Meigas, nueve gallegos de todo el mundo
Los lazos que unen a Andrés con Venezuela fueron clave para que surgiese la idea de poner en marcha Rutas Meigas.
Con la incorporación de Miguel, se sumó un sevillano educado en Alemania que cuando entró en Rutas Meigas ya tenía el corazón medio gallego, puesto que llevaba quince años viviendo en Compostela, y una extensa experiencia profesional en empresas turísticas por todo el mundo.
A partir del año 2018 el equipo ha ido creciendo, sin prisa, pero sin pausa.
La primera en llegar fue Alba, que igual que Andrés, venía de la Facultad de Turismo de Coruña, entró con una bolsa de prácticas y después se quedó ya a trabajar. Alba sí es gallega por los cuatro costados, de Ferrol concretamente, y aunque su vocación parecía ser el derecho, sobre todo porque le encantaba la serie Ley & Orden, acabó ordenando el tiempo de ocio de otros, porque lo que la hace feliz de verdad es todo lo que tiene que ver con viajar. Por eso, siempre que puede, se escapa con su novio y con su perro a descubrir nuevos destinos.
Hoy Alba, ya toda una veterana en esta casa, se encarga de todas las reservas del Camino de Santiago largas y de los tramos que no acaban en Compostela. También organiza los Caminos de Santiago en grupo para agencias e individuales.
Acompañándonos también desde hace ya varios años, está en el Departamento de Marketing Paula, picheleira de pro, licenciada en Filología Alemana, que iba para periodista y escritora de ficción, pero que, de momento, navega entre el marketing y el turismo. Siendo gallega por los cuatro costados y viviendo con tres gatas, no es de extrañar que presuma de un elevado porcentaje de meiga en su genética. Algunos de nuestros peregrinos la conocéis también porque os habrá guiado por el casco histórico de Compostela al final de vuestro Camino de Santiago.
Con la incorporación de Chris, se reforzó la atención a los mercados de habla germánica. Chris estudió Administración de Empresas en Alemania, pero acabó recalando en Galicia por amor. Vive con su marido, dos hijos, dos gatos y un perro. Adora la cultura gallega y su paisaje.
Actualmente, Chris es la responsable de todos los clientes que provienen de Alemania, Suiza y Austria, tanto de agencias como clientes finales. Y también se encarga de la organización del Camino de Santiago con perro.
La siguiente en llegar fue Paula, que cambió la Patagonia por Galicia, el asado por el pulpo y el mate por el vermú. En su Argentina natal había sido guía turística y también trabajó en una agencia de viajes en Bariloche. Le encanta esquiar y dice ser una escritora frustrada, aunque todos sabemos que nunca es tarde para desarrollar una vocación.
Hoy Paula se encarga de la organización de los últimos tramos del Camino de Santiago, los que acaban en Compostela y suelen comprender los famosos últimos 100 kilómetros del Camino de Santiago, tanto para agencias como para clientes finales.
Obviamente, gestionar toda la organización administrativa que conlleva una empresa como Rutas Meigas supone un trabajo extra importante, por eso, hace un año llegó Bea al Departamento de Administración. Esta gallega apasionada de las finanzas, soñaba con ser inspectora de Hacienda, pero Rutas Meigas tuvo más suerte que la Agencia Tributaria. Madre de dos peques, tímida y reservada, maneja la administración con el orden que una empresa con tanto movimiento necesita, y combina con enorme equilibrio su pasión por los números y por la naturaleza.
Noemí, igual que Andrés y Alba también estudió turismo y tenía una estrecha relación con Rutas Meigas desde hace ya muchos años, ya que trabajaba en un hotel en Santiago. Apasionada de la natación, la decisión de incorporarse al equipo de Rutas Meigas vino, fundamentalmente, por las mejores opciones de conciliación con la vida personal y familiar.
Hoy se encarga de las reservas de agencias de viajes y de clientes finales españoles. También colabora con Chris para clientes de mercado alemán cuando es necesario.
La última incorporación al equipo de Rutas Meigas es Lorena, que refuerza el Departamento de Administración. Le encanta la música y hacer rutas de Senderismo.
Gracias por estos 25 años
El mérito de alcanzar estos 25 años es, sin duda, de las personas. De la dirección de Andrés y de Miguel, que simultanean la gestión de la empresa, la creación de nuevos productos y la atención directa a clientes. Del equipo, que funciona como un reloj en cada una de sus tareas, y que se echan, sin dudarlo, una mano entre compañeras cuando hace falta.
Es mérito también de todos nuestros proveedores, que nos han acompañado y han colaborado para mantener los estándares de calidad que nos proponemos cada día.
Por supuesto es mérito de nuestros clientes, nuestros viajeros, nuestros peregrinos. Sin vosotros, nada de esto tendría sentido.
El valor de cumplir 25 años es haberlo hecho rodeados de todas esas personas que, sobre todo, sois amigos.
A por otros 25, y que las meigas nos acompañen.
Porque haberlas, hailas.
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